viernes, 24 de febrero de 2017

Andenes de cultivo en el valle del Colca


Tema para preparar defensa del examen escrito correspondiente a 2° año "A"; Andenes de cultivos del valle del Colca, formación de un cañón y destrucción de cultivos .
 Presentarse con guardapolvo, carpeta y cuaderno de comunicaciones.




Hace 20 años                                                                                                                                                                   Actual                                                                                

ttps://www.ecured.cu/Cañón_(accidente_geográfico)Veinte años después, regresé al Valle del Colca. En el sur de Perú, cerca de Arequipa, el río cavó uno de los cañones más profundos del mundo. Es una formación geológica parecida al Gran Cañón del Colorado. El paisaje natural es de una aridez semejante a la que vemos en las películas del Oeste norteamericano, sólo que el cañón del Colca es de un verdor inusitado, porque alberga una de las principales maravillas ecológicas de la ingeniería prehispánica.

Allí el pueblo collagua construyó un inmenso sistema de terrazas de cultivo. Es como si la mano de un gigante hubiera tallado en la montaña esas andenerías que dieron nombre a la Cordillera de los Andes.

Los collaguas perfeccionaron y sofisticaron al extremo el sistema de riego que después sería la base del imperio incaico. "Ni en el Cusco ni en ninguna otra zona de los Andes -dice el escritor Mario Vargas Llosa- he visto unas andenerías que suban y bajen de los cerros con semejante desprecio de la ley de gravedad. En algunos puntos es como si la montaña entera, por una suerte de milagro geológico, se hubiera contorsionado y encogido para que las aguas del río y de los delgados arroyos en que deshielan sus cumbres fertilicen todos su recovecos. Poco han cambiado estas gradientes -en las que se suceden todas las tonalidades del verde, en severo contraste con el ocre y el gris de las partes altas de la cordillera- desde que los antiguos peruanos las construyeran, afirmándolas con muros que resistieron la embestida de los siglos". Se trata de tierras que no piden agricultores “sino héroes”, señala José María Arguedas.

Estos andenes o terrazas de cultivo son una forma de disminuir las pendientes. Si se cultiva un suelo que no es perfectamente horizontal, la erosión lo destruirá muy rápidamente. El suelo de las laderas de las montañas está sostenido por las raíces de la vegetación natural. Si se quita ésta para reemplazarla por un cultivo, las lluvias arrastrarán la capa de tierra fértil, que en dichos lugares suele ser muy delgada. En consecuencia, para que el cultivo sea sustentable (es decir, para que se mantenga en el tiempo), se necesita una construcción especial que modifique esas pendientes.

"Las terrazas están constituidas por plataformas que escalan horizontalmente las laderas ajustándose a la topografía del terreno”. El andén, individualmente, cuenta con tres partes fundamentales: el muro de contención, que se levantaba en ángulo inclinado (talud) mediante el ensamblaje de piedras medianas; el relleno artificial, compuesto de guijarros y piedras pequeñas, y la capa de tierra cultivable, que con un espesor de entre 40 y 60 centímetros se depositaba sobre el relleno. A falta de bestias de tiro, el antiguo hombre andino labraba sus terrenos con el chaqui-taclla o arado de pie, que era un largo palo de unos 170 cm que terminaba en una afilada punta de metal, sobre la que se presionaba con la planta del pie para socavar la tierra". Como el maíz no requiere del arado, estas herramientas eran suficientes.

Las terrazas fueron protegidas con paredes de piedra, fertilizadas artificialmente y regadas con arroyos de deshielo. Desde el punto de vista estructural son también sorprendentes: son todas distintas, ya que tienen que resistir situaciones diferentes de agua, viento, pendientes y presiones. Construidas hace más de mil años, todavía alimentan a la población, a pesar de innumerables terremotos.

Un sector especial del Colca, de andenes en diferentes niveles, permitía la investigación aplicada, detectándose los límites agroecológicos de cada variedad de cultivo. Estos límites eran especialmente importantes para todas las culturas andinas. Cuando, más tarde, los incas funden el Cusco, lo harán a 3.400 metros de altura, apenas por debajo del límite superior para la producción del maíz. Esto significa estar lo más alto posible (es decir, cerca del sol), pero sin alejarse de la tierra que nutre los hombres.

Para prevenir las eventualidades climáticas -especialmente las heladas tardías- los collaguas del Colca no sembraban toda una terraza al mismo tiempo, sino que se iban sembrando unas pocas hileras cada dos semanas para que las tormentas encontraran siempre las plantas en diferentes estadios de desarrollo y las pérdidas fueran mínimas.

Uno de los roles de los antiguos caciques fue distribuir la tierra entre los diferentes grupos familiares. Para ello, en un impresionante mirador sobre el abismo hay esculpida en la roca una maqueta del valle del Colca, en la misma perspectiva que se ve desde ese sitio. Allí, en forma pública, se efectuaba la ceremonia de asignación de las parcelas a los collaguas y se dirimían los litigios sobre cuestiones agrarias.

La conquista española consolidó este sistema, al fundar una serie de pueblos a ambos lados del Colca, cuyas capillas coloniales son un testimonio de la calidad del arte sincrético de ese período.

Nueve mil hectáreas bajo riego -todas en las laderas de las montañas- hicieron del Colca el principal centro de provisión de alimentos de los Andes prehispánicos. A punto tal que la palabra colca significa precisamente granero. Un activo comercio posibilitó la distribución del maíz y de otros alimentos en amplias zonas de lo que hoy es Perú y Bolivia.

Después de 1.500 años de uso continuado sin erosionar el suelo, la andenería construida por los collaguas del Colca siguió en plena producción y fue la base económica de esa población. "Cuando uno contempla estos andenes collaguas casi llega a creer lo que aseguran los historiadores: que el antiguo Perú dio de comer a todos sus habitantes, hazaña que no ha sido capaz de repetir ningún régimen posterior", concluye Mario Vargas Llosa.

Ante el deslumbramiento del paisaje andino, tardé en darme cuenta de mi desolación. “Este lugar está en ruinas”, pensé. Gran parte de las magníficas terrazas están abandonadas. Algunas mantienen la ilusión de que tal vez vuelvan a ser plantadas y regadas. Otras están tan erosionadas por el tiempo que sólo marcan una débil señal en las laderas.

En el norte argentino, en Iruya, fueron los pistoleros de los ingenios azucareros quienes desalojaron a los agricultores indígenas y los forzaron a la esclavitud cañera. Hoy sólo el ojo entrenado puede reconocer esos despojos[1].

El tiempo está lleno de paradojas. Los collaguas del Colca no abandonaron sus tierras ancestrales porque eran su hogar. Después, bajo el dominio incaico, los retuvo la pena de muerte a los desobedientes. Los corregidores los sujetaron en la época colonial y las diversas policías lo hicieron en los tiempos republicanos.

Hoy el turismo globalizado está destruyendo este paisaje cultural que resistió a tantos conquistadores.

Hace dos décadas, el Colca se abrió al turismo internacional. Miles de personas corrieron a ver esas laderas de maravilla. Los pequeños pueblos están llenos de ómnibus con viajeros. Los campesinos descubrieron que ganaban más si dejaban la tierra y trabajaban de cocineros, choferes y guías de turismo. Sus mujeres se disfrazan de indias con trajes coloridos y venden falsas artesanías a turistas que se sacan selfies junto a las alpacas.

Para montar esta escenografía, primero se abandonan las terrazas más elevadas, que son las de acceso más trabajoso. Después, las que están junto a los pueblos, porque allí es más fácil trabajar de otra cosa.

Pero el secreto de las terrazas es su mantenimiento continuo. El abandono inicia un proceso de destrucción irreversible. Las raíces de las malezas resquebrajan la estructura, el agua de lluvia se lleva el humus, las piedras se aflojan hasta que caen. Después, en la terraza inutilizada se plantan eucaliptos que, junto con las vacas, hacen que la montaña recupere su forma anterior a la intervención humana.

A medida que el paisaje cultural se fue desmoronando, la industria turística dejó de promocionar las antiguas andenerías y anuncia ahora el improbable avistaje de cóndores. Frente a quienes miran las falsas artesanías y se fotografían a sí mismos, está el trasfondo de los cultivos ancestrales que desaparecen sin que a nadie parezca importarle.

Gradualmente, un paisaje cultural único va perdiendo su identidad y se va transformando en lo mismo que tantos otros destinos turísticos: una parada de ómnibus, un restaurante donde un músico local canta Guantanamera porque ningún visitante conoce los tristes huaynos de esas montañas, un mirador, varias tiendas de recuerdos.

En poco tiempo, Perú elegirá un nuevo Presidente. No he visto que a ningún candidato le preocupe la preservación de este paisaje cultural. Como en casi toda América Latina, se idealiza en los museos a los indios muertos y no hay políticas públicas para proteger la herencia de los indígenas vivos.

es un escritor, novelista, dramaturgo, economista y profesor especializado en historia ambiental argentinohttp://www.sinpermiso.info/textos/la-destruccion-del-valle-del-colca

EL CAÑON DEL COLCA

CHIVAY - COPORAQUE - YANQUE - ICHUPAMPA - ACHOMA - MACA - LARI - MADRIGAL - CABANACONDE

 En 1920 los aviadores Robert Shipee y George Johnson en su expedición aerofotografía encontraron un valle interandino al que denominaron “El Valle Perdido de los Incas”, en una segunda expedición realizada al año siguiente, se dieron cuenta que este valle esta surcado por un cañón de paredes muy verticales, en esa oportunidad se realizaron las primeras mediciones, teniendo una profundidad aproximada de 3000 metros.
En 1981, una expedición polaca luego de estar internados 33 días dentro de cañón mide con aparatos de poca precisión, estimaron que tenía 3250 metros de profundidad.
En la última expedición realizada al cañón del Colca en el 2005, encabezada por el matemático y expedicionario polaco Andrew Pietowski se reveló que en la zona adyacente a la localidad de Quillo Orco, en el distrito de Huambo, la profundidad del Cañón Colca alcanzaba 4,160 m. en el lado norte y 3.600 metros en el lado sur. El investigador polaco explicó que las mediciones varían con el paso de los años debido a varios factores, entre ellos, el hundimiento del lecho del río y el uso de tecnologías cada vez más precisas.
La formación de Cañón del Colca se dio aproximadamente en las etapas tectónicas Andina y Quechua, es decir en los últimos 150 millones de años, pero su proceso de profundización se debe a varios factores como el crecimiento de la Cordillera de los Andes, desglaciaciones durante el Cuaternario, y principalmente por los procesos erosivos acelerados causados por el río Colca.
Finalmente, la formación del primitivo Cañón Colca debe haberse iniciado aproximadamente hace unos 10 millones de años atrás, pero su forma actual corresponde probablemente al último millón de años, es decir al Cuaternario.
La morfología del gran Cañón del Colca, se vio influenciada por las actividades volcánicas del Sabancaya y Hualca Hualca, ocurridas dentro del último millón de años, cuyos depósitos formaron un dique natural de más de 5 Km. de base y 500 m de altura, entrampando al río Colca por cientos a miles de años, generando así la formación de un gran lago, que se habría extendido desde el poblado de Madrigal hasta Yanque.

Luego de miles de años se produjo la ruptura abrupta del dique originando la profundización actual del cañón, es en esta etapa que el cañón del Colca se presenta como un desfiladero de varios metros de profundidad y poco ancho, que localmente se angosta en los parajes Incasaltana y Puente Inca; se profundiza aguas abajo, para transformarse abruptamente en un cañón de grandes proporciones con pendientes que bordean los 60° de inclinación, es común encontrar acantilados verticales de cientos de metros de desnivel con una perfecta disyunción vertical (Oasis-Cabanaconde). La margen derecha tiene una pendiente fuerte y continua desde la cima del nevado Bomboya hasta el fondo del cañón.

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Cañón (accidente geográfico)



Cañón (accidente geográfico)
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Concepto:Son accidentes geográficos producidos por la tenacidad de losríos a su paso por territorios blandos que se han convertido en un espectáculo turístico imprescindible. Cañones, gargantas y desfiladeros cuya profundidad y riqueza natural les hacen ocupar un lugar muy destacado en las guías más prestigiosas.
Cañón.
 Un cañón o quebrada es un valle profundo y estrecho con laderas empinadas y rocosas. Estrecho como se utiliza para describir estas formaciones es relativo a la longitud del valle. Algunos cañones tienen varios kilómetros de ancho. Los cañones se forman como resultado de largos períodos de erosión. Un río ejerce fuerza sobre el paisaje circundante mientras es desgastado hasta la elevación del cuerpo de agua más cercano. Una vez que este río ha alcanzado la masa de agua, las presiones sobre el paisaje disminuyen y la cantidad de erosión comienza a estabilizarse. La mayoría de los cañones y desfiladeros en el planeta hoy en día son relativamente jóvenes en comparación con el planeta mismo.


Se cree que el inicio de la formación de los cañones coincidió con el derretimiento de los
 glaciares. Las aguas glaciales se combinaron con los cuerpos de agua existentes para crear ríos con un alcance mucho más allá de sus fuentes de las cimas de las montañas glaciales. De vez en cuando, un cañón se forma debido a un colapso monumental de una característica de la tierra o de un evento tectónico. Estos casos son la excepción y no la regla. En general, la formación de un cañón se produce como resultado de un largo proceso de erosión.

Formación

Otros orígenes de los cañones

En general, los relieves tabulares favorecen la presencia de cañones profundos asociados a fracturas, como sucede con las gargantas enterrenos calizos o cársticos.

Accidentes geográficos similares

Existen muchos términos para describir las formas terrestres similares a los cañones. Los barrancoscárcavas y zanjas son similares a los cañones, pero son mucho más pequeños y probablemente creados por un pequeño arroyo antes que un río.

Los 10 cañones más profundos del planeta

El cañón más grande del mundo

El cañón más grande del mundo es el Gran Cañón del Colorado. Corresponde a Arizona en EE.UU y tiene una longitud de 445 quilómetros. Su anchura máxima es de 29 km. y en algunos sitios tiene más de 2000 m. de altitud. Es un parque nacional visitado por más de 2 millones de personas cada año. Se puede recorrer a pie o en canoa y constituye un lugar privilegiado para las especies animales o vegetales que viven en él, puesto que el río Colorado, que ha esculpido esta maravilla natural, ofrece en sus márgenes un auténtico oasis vegetal en medio del desierto.https://www.ecured.cu/Cañón_(accidente_geográfico
LA DESTRUCCIÓN DE LOS CULTIVOS INCAICOS
La historia ambiental de las zonas andinas (incluyendo las de nuestro país) se inicia con una seria catástrofe ecológica: la destrucción del sistema incaico de agricultura en terrazas, llevada a cabo por los conquistadores.
Esta destrucción ambiental fue la principal herramienta utilizada para consolidar una conquista que, de otro modo, hubiera resultado políticamente inestable. Porque la única manera que tenía un puñado de hombres de hacer perdurable su dominio sobre un pueblo entero era destruyendo los medios de subsistencia de esa población.
Cómo se hizo 
Para ello, se repartieron las tierras indígenas y sometieron a los pobladores. Introdujeron el ganado y el cultivo de la alfalfa, del trigo y de la vid, de la única forma practicable en una región donde las tierras eran tan escasas: trasladando los aborígenes y sustituyéndolos por el ganado, e iniciando los cultivos comerciales. Para el español, no sólo las innovaciones eran lucrativas sino que la propia despoblación no representaba mayor inconveniente, ya que había gente de sobra para compensar tal pérdida. El sistema establecido debilitaba, como se quería, a los pueblos dominados; expulsaba del campo a los contingentes necesarios para explotar las minas y edificar nuevas iglesias, palacios y casas, enganchados como mitayos. También permitía emplear a los nativos en el servicio doméstico (yanaconazgo) u obtener esclavos para las haciendas del Altiplano y de la costa.
Algunas consecuencias 
Desorganizado el sistema de protección social de una población cuya iniciativa se había congelado después de siglos de dominación autoritaria incaica, se sucedieron las hambrunas y el número de habitantes se redujo drásticamente. La red de riego quedó casi paralizada por falta de mantenimiento. Las terrazas y acueductos fueron abandonados.
Al mismo tiempo, la introducción del arado por los españoles en zona andina ocasiona un verdadero retroceso en la agricultura, al menos en los índices de producción. En efecto, el arado era una tecnología adaptada a condiciones ambientales diferentes, en las cuales la escasa pendiente del terreno era determinante. Al utilizarlo en la región andina se desarticularon los delicados equilibrios ecológicos que sustentaban el sistema de cultivos incaicos y, en poco tiempo, los surcos del arado se transformaron en cárcavas de erosión, por lo que gran cantidad de áreas de cultivo debieron ser completamente abandonadas.
Este fenómeno es paralelo al proceso de desertificación de amplias zonas explotadas por los incas. Se abandonó la estrategia de manejo de cuencas hídricas, y en áreas de escasez de leña se cortaron los árboles que protegían las nacientes de los arroyos. Así, los cursos de agua se secaron y disminuyeron las posibilidades de sustentar población en esas tierras. Por ese motivo, en la Quebrada de Humahuaca, el agua ha ido disminuyendo a través de los tiempos; por ello los campos regados fueron reduciéndose en superficie y las acequias rebajando su altura a medida que era necesario abandonar las terrazas más elevadas.
Un panorama desde Tilcara 
Al observar el actual paisaje que rodea el Pucará de Tilcara, en Jujuy, nos impresiona el desierto que rodea esa ciudad fortificada. ¿De qué se alimentaba la gente en esos lugares donde hoy sólo crece el cactus? Está claro que el entorno de su ciudad era muy distinto y mucho más fértil que el de hoy.
Este ataque a los naturales del país alcanzó también a animales y plantas; se comenzó a matar sin límite las llamas, alpacas y vicuñas para aprovechar su lana y su carne. Los conquistadores utilizaron muy pocas de las plantas cultivadas en América. Algunas, como el maíz, el tomate y la papa modificaron la dieta europea. Otras, como el tabaco, causaron en Europa una mortandad equivalente a la de los primeros tiempos de la conquista. Las demás fueron olvidadas, desplazadas por el trigo, la cebada, el algodón, el desierto...
Vegetales que existen hoy 
Algunas de estas plantas se extinguieron, otras perdieron sus variedades más productivas, que provenían de una cuidadosa selección efectuada durante muchos siglos. Otras subsisten como curiosidad, convertidas en "plantas de pobres", sin que se haya intentado utilizarlas en una escala distinta de la economía de autosubsistencia.
Una lista incompleta de estos vegetales incluye: la quinoa, un cereal de hojas y granos comestibles; puede cultivarse en las peores condiciones de altura y sequedad de la Puna, y aún forma parte de la dieta del Altiplano; el tarwi, una leguminosa que tiene tanto aceite como la soja, y mucha más proteína; el madi, una oleaginosa cuyo aceite se compara con el de oliva; el amaranto, que usado como los cereales permite amasar un pan con delicado aroma a nuez; la ajipa, con una raíz carnosa como la de la remolacha; el yacon, con raíces gruesas, carnosas y comestibles; la oca, de tubérculos amarillos, con gusto a castañas; el ulluco, también llamado "papa lisa", semejante a este tubérculo. Además, también se consumen la achira y el jamaichepeque, ambos con gruesos rizomas comestibles.
Así, el destino de los dominios fue sufrido por los hombres y por su ambiente: las poblaciones dispersadas y hambreadas; los templos demolidos; las terrazas y acueductos abandonados; la tierra erosionada, secos los arroyos, muertos los animales, olvidadas sus plantas.
Fuente: El Ambiente en la Sociedad Colonial, de A. E. Brailovsky. ProCiencia/Conicet/Ministerio de Cultura y Educación de la Nación. Selección y adaptación: Lic. Enrique A. Rabe –Área de Comunicación Social del Ceride-.
CERIDE

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