jueves, 20 de octubre de 2016

Gobierno de Martín Rofriguez

GOBIERNO DE MARTÍN RODRIGUEZ -LA FELIZ EXPERIENCIA

GOBIERNO DE MARTÍN RODRÍGUEZ

Los años que van de 1820 a 1824 presentan en Buenos Aires características propias. El antiguo grupo directoral caído en Cepeda. recuperó nuevamente el poder e inicio una política tendiente a afirmar sus bases locales para luego organizar la nación según sus tendencias. Un notable progreso material caracterizó la vida de la provincia porteña y la puso en condiciones de encabezar un nuevo intento hacia la organización institucional del país.
El triunfo federal de 1820 sobre Buenos Aires sólo fue parcial: esta provincia no perdió la base real de su poder —el dominio del puerto y la aduana— al tiempo que dentro de ella triunfaba, con Martín Rodríguez. la causa centralista.
Si bien la necesidad de llegar a la paz condujo a los políticos porteños a firmar el Tratado de Benegas (24 de noviembre de 1820), la reunión de un congreso nacional no convenía al grupo dirigente de Buenos Aires, pues no estaba en condiciones de imponer su actitud al país.
La gente que acompañaba a Rodríguez en el gobierno seguía creyendo en las virtudes de un régimen centralizado; con la llegada de Bernardino Rivadavia al gabinete (agosto de 1821) la línea de acción quedó definida: buscar por todos los medios el fracaso de la reunión que se celebraba en Córdoba, y elevar en todos los órdenes el nivel de la provincia para convertirla en sólido pilar de la organización nacional.
Desde fines de 1820, Martín Rodríguez fue el gobernador de la provincia de Buenos Aires y Bernardino Rivadavia su ministro de gobierno. Desde ese cargo, Rivadavia puso en práctica un conjunto de medidas que favorecieron la expansión ganadera en la provincia de Buenos Aires.
El llamado Partido del Orden mediante la introducción de una serie de reformas condujo a un periodo de “paz y progreso” que los contemporáneos calificaron de: “La feliz experiencia de Buenos Aires”. Para ello nombró a ministros capaces: Bernardino Rivadavia y Manuel García, quienes comenzaron un extenso programa de reformas que incluían la distribución de tierras públicas, el desarrollo de la agricultura, la ganadería y la minería, las reformas militares; también crearon la Universidad de Buenos Aires, el Museo de Historia Natural, fundaron la ciudad de Tandil (provincia de Buenos Aires), establecieron fuertes, reorganizaron los servicios policiales, etc.. Rodríguez, que debió su nombramiento como gobernador, al menos en parte, al apoyo de Juan Manuel de Rosas, también firmó el Tratado de Benegas con el caudillo Estanislao López, por el cual se dispuso una tregua entre Buenos Aires y las provincias mesopotámicas.
Con el objeto de aumentar la representación de los hacendados en el gobierno de la provincia —con los votos de sus peones— sancionó una ley de elecciones que consagraba el principio de sufragio universal.
También se sancionaron un conjunto de leyes relacionadas con el avance de la frontera y el disciplinamiento de la mano de obra rural (ley de vagos, de administración de justicia por jueces de paz en distritos rurales). Durante su gobierno también comenzó la entrega de tierras a través del sistema de enfiteusis.
Además, Rivadavia eliminó algunos privilegios que la Iglesia mantenía desde la época colonial, y propuso reformas en el ejército para lograr disciplina y eficacia. Aumentó el número de las escuelas primarias; modernizó los programas y métodos de estudios del bachillerato, y fundó la Universidad de Buenos Aires.
El grupo ilustrado que apoyaba la acción de Rivadavia estaba integrado por Julián Segundo de Agüero, Juan Cruz Varela, Esteban de Luca, Manuel Moreno y Cosme Argerich, entre otros. Todos eran miembros de la Sociedad Literaria y expresaban sus ideas a través de los periódicos “El Argos” y “La Abeja Argentina”.
http://historiaybiografias.com/anarquia4/
Bernardino Rivadavia
(1780-1845)
Autor: Felipe Pigna
Rivadavia llevó adelante una serie de reformas que intentaron modificar la estructura del estado bonaerense y hasta la relación de éste con el poder eclesiástico.
En noviembre de 1821 se dictó una ley de olvido para promover la pacificación que permitió el retorno de desterrados como Alvear, Sarratea, Soler, Dorrego y Pagola.
"Es preciso no acordarse, si es posible, ni de las ingratitudes, ni de los errores, ni de las debilidades que han degradado a los hombres o afligido a los pueblos en esta empresa demasiado grande y famosa. Por esto ha pensado el gobierno que obra dignamente proponiendo en esta oportunidad el adjunto proyecto de ley de olvido."
También lanzó una reforma eclesiástica que le traería graves problemas. . Suprimió los fueros eclesiásticos, que permitían a las órdenes monásticas tener sus propias cortes de justicia; confiscó las propiedades de las órdenes religiosas y creó instituciones que competían en áreas de poder e influencia que había sido patrimonio de la Iglesia: fundó la Universidad de Buenos Aires, la Sociedad de beneficencia y el Colegio de Ciencias Morales.
Entre los bienes eclesiásticos expropiados figuraba el santuario de la Virgen de Lujan porque. "el gobierno, para velar por el cumplimiento del principio de que las instituciones piadosas están obligadas a rendir a algún servicio público que contribuya a la comodidad o al sostén de la moral, y en todo caso al progreso del país que las adopta; procedió a instruirse de cuál era el objeto y servicio del santuario llamado de Luján, cuál era el estado de sus bienes y rentas y cuál su administración. Lo que ha resultado, comprobado es, que no rinde servicio alguno, y que no tiene más objeto que el culto de una imagen."
Los sacerdotes descontentos, encabezados por Gregorio Tagle, encabezaron dos conspiraciones en agosto de 1822 y marzo de 1823. Esta fue la más importante. El gobierno se enteró del intento y decidió reprimirlo. En la Plaza de la Victoria los conjurados marchaban al grito de "¡Viva la religión!" y "¡Mueran los herejes!" mientras repartían rosarios, escapularios y panfletos con rezos como este:
"De la trompa marina - libera nos Domine
Del sapo del diluvio - libera nos Domine
Del ombú empapado de aguardiente - libera nos domine
Del armado de la lengua - libera nos domine
Del anglo-gálico- libera nos Domine
Del barrenador de la tierra - libera nos Domine
Del que manda de frente contra el Papa - libera nos Domine
De Rivadavia - libera nos Domine
De Bernardino Rivadavia - libera nos Domine
Kyrie eleison - Padre Nuestro. Oración como arriba."
Dos de los complotados fueron fusilados, muchos fueron detenidos y Tagle logró huir.
Rivadavia suprimió los Cabildos, último resabio de la organización política colonial, y estableció una novedosa ley electoral que incluía el sufragio universal, con las limitaciones propias de la época. La nueva ley establecía que tenían derecho al voto
todos los hombres libres nativos del país o avecindados en él mayores de 20 años, pero sólo podían ser elegidos para los cargos públicos los ciudadanos mayores de 25 "que poseyeran alguna propiedad inmueble o industrial".
Manuel Dorrrego tuvo una importante participación en los debates sobre la ley electoral, entre otras cosas dijo entonces:
"...Y si se excluye (del voto) a los jornaleros, domésticos y empleados también ¡entonces quien queda? Queda cifrada en un corto número de comerciantes y capitalistas la suerte del país. He aquí la aristocracia del dinero, hablemos claro, el que formaría la elección sería el Banco, porque apenas hay comerciantes que no tengan giro en el Banco, y entonces el Banco sería el que ganaría las elecciones, porque él tiene relación con todas las provincias"

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